Situamos nuestra producción artística en el contexto de la práctica pictórica como reveladora de sensaciones y emociones, formulando propuestas estéticas que aspiran a la sutileza, la delicadeza y la paz; sabemos que en cualquier rincón se esconden dramas o tragedias, pero deseamos atraer al espectador, inmerso en un mundo aturdido por la velocidad, hacia un espacio interior donde se reencuentre con un sosiego meditado.
Consideramos que nuestro trabajo es un camino de búsqueda y encuentro que transcurre a través del pensamiento: nuestra misión es crear obras, pero también reflexionar desde ellas e invitar a la reflexión.
Entendemos la realidad actual como el tema natural de la obra: si acudimos a la historia no es con un sentido ingenuo de nostalgia, sino como la fuente de donde manan las claves del presente y del futuro.
Para nosotros el arte es un terreno fascinante para el cuestionamiento: en él se dan cita las ideas y las imágenes para crear ese ámbito problemático por excelencia que es el de la apuesta estética.