Miguel Ángel Aranda (Córdoba 1975)
Me resulta difícil definirme porque creo que seré poco objetivo con mi propia obra. He realizado muchas obras de facturación realista, pero donde más cómodo me siento y donde más sentido le encuentro a mi trabajo es en la conjugación en la que estoy inmerso en los últimos años en los que la base del cuadro son masas de materia plástica, que a modo de preparación de la base, puede definir una forma o quedarse en la abstracción de la propia materia. Sobre esta base desarrollo el concepto de la obra, ya sea con dibujo, óleo, collage o la mezcla de estos. En definitiva me gusta contrastar formas plásticas poco definidas o casi abstractas con toques de realismo preciso y detallista. Esto me permite por la parte expresiva de la materia poder plasmar ese aspecto salvaje de lo imprevisible, al cual no puedo más que rendirme ya que no está en mi mano el preciso resultado final que con la parte de la pintura más metódica me permite poner ese contrapunto de lo contenido que de alguna manera todos llevamos dentro. Al fin y al cabo somos animales amaestrados, con un lado visceral y otro cerebral, creo que en esta manera de trabajar encuentro el equilibrio de estas dos partes que hay en mí.