La igualdad de oportunidades, la sostenibilidad de la actividad artística y la calidad en la difusión de contenidos culturales y artísticos pasa por desarrollar un programa que facilite el acceso de todos los profesionales del sector a los recursos disponibles en esta materia. El desarrollo de convocatorias abiertas a la ciudadanía es una herramienta esencial que se enmarca dentro de este programa estratégico.
Estas convocatorias requieren, en su elaboración, de una metodología comprometida con el Código de Buenas Prácticas en las Artes Visuales y al amparo de códigos deontológicos que preserven la dignidad del artista. Desde AVVAC planteamos los siguientes puntos, como mínimos imprescindibles, que deben ser observados en la redacción de las convocatorias públicas dentro del ámbito del arte contemporáneo:
– Respeto al Código de Buenas Prácticas en las Artes visuales, editado en 2017 por la UAA.
– Correcta equivalencia de la remuneración, disponiendo parámetros basados en las relaciones profesionales establecidas en el mundo laboral. Regulación de los honorarios del artista de acuerdo con las características del trabajo realizado (Creación/cesión Proyecto. Obra inédita o de nueva creación/préstamo de obra preexistente).
– Rigor en la redacción de las bases bajo las premisas de concreción, sencillez y economía del lenguaje; así como propiedad en el uso de términos con el fin de evitar malas interpretaciones.
– Facilidad en el acceso a la convocatoria y en la presentación de solicitudes. Economía en la solicitud de documentos y diversidad en las vías de presentación, dando prioridad absoluta a las vías telemáticas.
– Garantías sobre la privacidad e integridad de los materiales aportados según la legislación vigente, comprometiéndose a la destrucción o devolución de la información aportada una vez concluidos los plazos de reclamación debidamente establecidos. En el caso de los soportes físicos, la entidad receptora deberá garantizar la integridad y devolución de los materiales aportados durante el periodo de selección. Este problema se evitaría si se diera prioridad a la vía telemática.
– Respeto por los márgenes temporales en la presentación de solicitudes y subsanación de faltas: 30 días como mínimo desde la publicación de las bases y 10 días para completar documentación. Así mismo, deberá establecerse un plazo razonable para hacer público el fallo de la convocatoria: 15 días hábiles como máximo.
– Claridad presupuestaria. Establecer una partida concreta para honorarios y otra para producción, así como reseñar la partida para gastos relacionados con seguros, transporte, montaje y catálogo.
– Aplicación de la propuesta de AVVAC para la configuración de jurados y comisiones técnicas.
– Baremación y desglose detallado de cada uno de los vectores a evaluar y su correspondiente equivalencia en puntos. Publicación detallada de los resultados de cada uno de los aspirantes. Publicación de una valoración argumentada de los proyectos premiados/seleccionados.
– Alusión expresa a la firma de contratos derivados de la actividad fruto de la convocatoria, que se deben consensuar con el artista según las características del proyecto y que deben respetar tanto las leyes vigentes como el código de las BBPP.
– Respeto por los márgenes temporales en el pago de las cantidades consignadas en las bases, detalladas contractualmente. Máximo de 30 días hábiles tras la firma del contrato y aportación de la correspondiente documentación justificativa.
– Detalle de los parámetros en los que se desarrollará la difusión de la actividad y concreción del calendario en el que tendrá lugar dicha difusión, siempre dentro de unos márgenes temporales racionales.
– Respeto riguroso de los Derechos de Autor de los profesionales.
– Teniendo presente la actualización de los parámetros y formatos a través de los que se articula la creación contemporánea, es recomendable, en la medida de lo posible, eliminar la discriminación por disciplinas artísticas.
– Eliminación de las cláusulas de limitación por edad, excepto en convocatorias donde ese aspecto sea relevante, siempre y cuando se establezca una política concreta de ayudas, que abarque todo el espectro generacional con igualdad de oportunidades.
Desde AVVAC entendemos que las convocatorias de becas y ayudas gestionadas por las instituciones públicas son apoyo y sustento vital para el artista y un refuerzo esencial para el sector de la creación artística contemporánea. Con todo planteamos que, a favor de la profesionalización y normalización del trato a la figura del artista, se debe empezar a plantear que dichas ayudas tengan carácter de contratación pública por parte de la administración, con el fin que el creador tenga un apoyo legal y normalizado, entrando en el mundo laboral con todos sus derechos y sus deberes.
